La rebelión interna.

Esa.
La rebelión interna.
Sí.
¿Esa que aún sientes?
Sí.
Y como una especie de descrédito personal, también, sí.
Sí.
Compruebas una y otra vez más cómo da lo mismo cuatro que cuarenta.
Sí.
¡4 que 40 !.
Intentas sacar conclusiones. Je.
Intentas entender. Je.
Siempre has intentado encontrar las reglas del juego. Je, je, je.
Acomodarte.
Jugar.
Je.
Una vez perdiste al poker. Una vez.
Una vez es suficiente.
Siempre pensaste que...
Siempres tuviste buena fe, pero…
Siempre fuiste “stoned” que diría Dylan.
Nunca supiste muy bien por qué.
Rebelión.
Siempre pensaste que valías .
Al menos, valías tanto como...
Al menos, vales tanto como …
Siempre pensaste que triunfarías.
Siempre fuiste un iluso.
¡4 que 40 !
¿Por qué no triunfaste ?
¿Fuiste un iluso ¿?
¿Por qué no triunfaste ?
¡Ah ! Sí.
Son, otra vez, esos delirios de grandeza, nunca resueltos definitivamente…
¿Qué es el triunfo?
¿Un frenesí ?
¿Una ilusión?
¡4 que 40 !
¿Ganar dinero ?
¿Ganar muchísimo dinero ?
¿Ser famoso?
¿Salir en los periódicos ?
¿Salir en “corassón , corassón ? …

¿Entonces?

Rebelión a bordo.